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Las mejores frases de Joaquín Sabina irónicas y poéticas

Joaquín Sabina es un cantautor, poeta y escritor español nacido en Úbeda, Jaén, en 1949. Es considerado uno de los músicos más importantes e influyentes de la música española contemporánea y ha publicado más de una veintena de álbumes a lo largo de su carrera.

La música de Sabina es conocida por sus letras poéticas, su ironía y su crítica social, y aborda temas como el amor, la vida urbana, la política y la historia. Algunas de sus canciones más populares incluyen «19 días y 500 noches», «Y nos dieron las diez», «Contigo», «Princesa» y «Quién me ha robado el mes de abril».

Además de su trabajo musical, Sabina es también un escritor prolífico, habiendo publicado varias colecciones de poesía y prosa. En 2001, sufrió un grave accidente que lo dejó temporalmente en silla de ruedas, pero después de un largo proceso de recuperación, volvió a los escenarios con su característico estilo enérgico y emotivo.

A lo largo de su carrera, Sabina ha recibido numerosos premios y reconocimientos, incluyendo la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y la Medalla de Andalucía. Su música y su poesía han sido fuente de inspiración para muchos, y su legado artístico continúa siendo valorado y celebrado tanto en España como en el resto del mundo. Pasemos a leer las mejores frases de Joaquín Sabina irónicas y poéticas. Podemos elegir la que más nos agrade y compartirla en

Las mejores frases de Joaquín Sabina irónicas y poéticas

1. Bastante trabajo me ha costado cometer mis pecados como para malbaratarlos en arrepentimientos vanos.

2. No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.

3. Y algunas veces suelo recostar mi cabeza en el hombro de la luna y le hablo de esa amante inoportuna que se llama soledad.

4. Me falta una verdad, me sobran cien excusas.

5. Y el sol es una lágrima en un ojo que no sabe llorar.

6. Ayer no me querías, hoy no te quiero. Mañana no tendremos a quien querer.

7. Cuando soy bueno soy bueno, cuando soy malo soy mejor.

8. La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse.

9. Lo atroz es no querer saber quién eres, agua pasada, tierra quemada.

10. Que no te den la razón los espejos.

11. Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, esta ceniza no juega con fuego, este ciego no mira para atrás.

12. Ni yo mato por celos ni tú mueres por mí.

13. Cuando la muerte venga a visitarme que me lleven al sur donde nací. Aquí no queda sitio para nadie.

14. Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo más de un beso me dieron y más de un bofetón.

15. Estos labios que saben a despedida, a vinagre en las heridas, a pañuelo de estación.

16. Hay mujeres que arrastran maletas cargadas de lluvia.

17. Perdiendo los modales: si hay que pisar cristales, que sean de bohemia, corazón.

18. Era tan pobre que no tenía más que dinero.

19. Así que no andes lamentando lo que pudo pasar y no pasó. Aquella noche que fallaste, tampoco fui a la cita yo.

20. No te pases un pelo de listo, no inviertas en cristos, no te hagas el tonto.

21. Qué difícil intentar salir ilesos de esta magia en la que nos hayamos presos.

22. Yo canto mis soledades porque me sobran.

23. Está bien tener sombrero por si se presenta una buena ocasión para quitárselo.

24. Hasta las suelas de mis zapatos te echan de menos.

25. La buena reputación es conveniente dejarla caer a los pies de la cama. Hoy tienes una ocasión de demostrar que eres una mujer además de una dama.

26. No mientas, dijo el mentiroso.
Corre, dijo la tortuga.
Buena suerte, dijo el gafe.
Atrévete, dijo el cobarde.
Pruébame, dijo el veneno.

27. ¿De qué hubiera servido deshacer las maletas del olvido?

28. Será mejor que aprendas a vivir sobre la línea divisoria que va del tedio a la pasión.

29. Peor para el sol, que se mete a las siete en la cuna del mar a roncar, mientras un servidor, le levanta la falda a la luna.

30. Toma mi dirección; cuando te hartes de amores baratos de un rato… me llamas.

31. Porque todos los finales son el mismo repetido, y con tanto ruido, no escucharon el final.

32. …Y sin embargo, cuando duermo sin ti, contigo sueño.

33. El hombre de hoy es el padre del mono del año 2000.

34. En asuntos de amor siempre pierde el mejor.

35. No soy un fulano con la lágrima fácil, de esos que se quejan solo por vicio… Si la vida se deja yo le meto mano y si no aún me excita mi oficio.

36. Allá donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir, donde regresa siempre el fugitivo, pongamos que hablo de Madrid.

37. No soy yo, ni tú, ni nadie son los dedos miserables que le dan cuerda a mi reloj.

38. Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción.

39. Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.

40. Que las verdades no tengan complejos.

41. Las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan se marchitan cuando las toca la sucia rutina.

42. Antes de que me quieras como se quiere a un gato me largo con cualquiera que se parezca a ti.

43. Más vale que no tengas que elegir, entre el olvido y la memoria.

44. Se arroparon con la sensatez del desvarío tuyo y mío.

45. A las buenas costumbres nunca me he acostumbrado.

46. Si quieres quererme, voy a dejar de querer, si quieres odiarme, no me tengas piedad.

47. En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver.

48. Y la sangre al galope por mis venas y una nube de arena dentro del corazón, y esta racha de amor sin apetito…

49. No es que no quiera. Es que no quiero querer…

50. Siempre que me confieso me doy la absolución.

51. A las flores de un día, que no duraban, que no dolían, que te besaban, que se perdían.

52. La muerte es solo la suerte con una letra cambiada.

53. Yo le quería decir la verdad por amarga que fuera, contarle que el universo era más ancho que sus caderas, yo le pintaba un mundo real y no uno color de rosa, pero ella prefería escuchar… mentiras piadosas.

54. Me podrán robar tus días; tus noches no.

55. Invertir en latas de sopa boba es como barnizar el propio ataúd.

56. Se anuncia entre los dos tiempo inestable, asoman a tus ojos las tormentas.

57. Tira los prejuicios junto a la cama; hoy tienes una oportunidad de demostrar que eres una mujer, además de una dama.

58. Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.

59. ¿Qué maldición separa a los amantes que no se han olvidado?

60. Este pez ya no muere por tu boca, este loco se va con otra loca, estos ojos no lloran más por ti.

61. Que los sueños sean mentiras de verdad.

62. Las mejores promesas son esas que no hay que cumplir

63. Ya no sueña aquel niño que soñó que escribía, corazón de María no me dejes así.

64. Solo me pongo triste cuando alguno… en el momento más inoportuno… me pregunta por ti.

65. ¿Dónde está la canción que me hiciste cuando eras poeta? Terminaba tan triste que nunca la pude empezar.

66. Que mueran por amores los dictadores y los notarios.

67. Qué pequeña es la luz de los faros de quien sueña con la libertad.

68. Pelearé hasta el último segundo y mi epitafio será: no estoy de acuerdo.

69. Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquina, y, por esas ventas del fino Laina, pagando las cuentas de gente sin alma que pierde la calma con la cocaína

70. Cuélgate de quien te quiera, no te mueras más que por amor…

71. Y aunque quiera olvidar no se me olvida, que no puedo olvidarte.

72. La llamaré mañana, hoy se me hizo tarde. Esa forma tan cobarde de no decirnos que no.

73. Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks.

74. Era un individuo de esos se callan por no hacer ruido, perdedor asiduo de tantas batallas que gana el olvido.

75. Sabes mejor que yo que hasta los huesos, sólo calan los besos que no has dado.

76. Derrochando la bolsa y la vida la fui poco a poco dando por perdida.

77. Las niñas ya no quieren ser princesas, y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra.

78. A los quince, los cuerdos de atar me cortaron las alas.

79. Qué poco rato dura la vida eterna por el túnel de tus piernas.

80. Dónde crees que vas, qué te parece que soy, no mires atrás, que ya no estoy.

81. El agua apaga al fuego y al ardor los años. Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño.

82. Prefiero la guerra contigo, al invierno sin ti.

83. Busco acaso un encuentro que me ilumine el día y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.

84. No te pierdas si te grito piérdete.

85. Siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta.

86. El traje de madera que estrenaré no está siquiera plantado, que el cura que ha de darme la extremaunción no es siquiera monaguillo.

87. El amor es una epidemia que se acaba con el tiempo.

88. Todo lo que tengo que es nada se lo di.

89. No pido perdón, ¿para qué? Si me va a perdonar, porque ya no le importa.

90. Nunca tuve más religión que un cuerpo de mujer.

91. Lo peor de la pasión es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos.

92. A quién puede importarle después de muerto que uno tenga sus vicios.

93. Hay mujeres que ni cuando mienten dicen la verdad.

94. Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, esta ceniza no juega con fuego, este ciego no mira para atrás.

95. Y una mañana comprendí que a veces gana, el que pierde a una mujer.

96. Cambio mis arrugas por tu acné.

97. Le di mis noches y mi pan, mi angustia, mi risa, a cambio de sus besos y su prisa.

98. Puedo ponerme cursi y decir: que tus labios me saben igual, que los labios que beso en mis sueños…

99. Y yo que había jurado morir sin descendencia, como murió mi padre.

100. Los hombres engañan más que las mujeres; las mujeres, mejor.

101. Recuperar de nuevo los nombres de las cosas, llamarle pan al pan, vino llamarle al vino, al sobaco… sobaco, miserable al destino. Y al que mata llamarle, de una vez asesino.

102. Los besos que perdí, por no saber decir: te necesito

103. Esta forma tan cobarde de no decirnos que no, este contigo, este sin ti tan amargo.

104. La noche que perdiste el miedo al miedo fue tan corta que dura todavía.

105. En mi casa no hay nada prohibido, pero no vayas a enamorarte

106. De ti depende y de mí que entre los dos siga siendo ayer noche, hoy por la mañana.

107. No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.

108. Me duermo en los entierros de mi generación.

109. Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño.

110. Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, esta ceniza no juega con fuego, este ciego no mira para atrás.

111. Estos labios que saben a despedida, a vinagre en las heridas, a pañuelo de estacion.

112. Me duele más la muerte de un amigo que la que a mí me ronda.

113. Y si amanece por fin y el Sol incendia el capó de los coches… baja las persianas. De ti depende y de mí­, que entre los dos siga siendo ayer noche.

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